El Gobierno de Javier Milei ha decretado un aumento en los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, lo que se traducirá en una suba de precios en los surtidores a partir del próximo sábado 1 de junio. Esta medida, oficializada a través del Decreto 466/2024, afectará tanto a la nafta sin plomo y la nafta virgen como al gasoil.
Desde el 1 de junio, los impuestos se actualizarán según las cifras del cuarto trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024. Los montos fijos de incremento serán: $10,121 para la nafta sin plomo, $8,245 para el gasoil, y $4,464 adicionales para el gasoil bajo el tratamiento diferencial. Además, el Impuesto al Dióxido de Carbono aumentará en $0,619 para la nafta y $0,935 para el gasoil.
El Poder Ejecutivo, a cargo de Luis Caputo, decidió no continuar con el congelamiento de impuestos dispuesto a fines de abril, optando en cambio por actualizarlos en función de la inflación. A partir del 1 de julio de 2024, los incrementos se aplicarán en su totalidad.
El texto del decreto, firmado por el presidente Milei, el ex jefe de Gabinete Nicolás Posse, y el ministro Caputo, justifica la medida como un estímulo para el crecimiento económico y la sostenibilidad fiscal. En los considerandos del decreto se explica que se postergaron los efectos de incrementos de impuestos de todo 2023 hasta el 1 de junio de 2024, fecha en que también se aplicarán las actualizaciones del primer trimestre de 2024.
La actualización de los impuestos a los combustibles se argumenta como una medida para fomentar un crecimiento económico estable y garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo.