Se trata de una obra histórica de la ciudad, que se ubica en el corredor principal de la Galería Entre Ríos, en pleno centro de Concordia. Allí, se representa la unión y vinculo fraternal entre los pueblos de Argentina y Uruguay.

El proceso estuvo a cargo del reconocido artista concordiense, Leandro Salvini. El mural, confeccionado en 1961 pertenece al artista Carlos Grinda, santafecino, y fue realizado por encargo de Don Francisco Grimau, inaugurándose en el año 1962, momento desde el cual no fue intervenido, siendo este el primer trabajo de restauración en más de 50 años.

Restauración

“Es una verdadera satisfacción poder rescatar parte de la historia y el arte que tiene nuestra ciudad”, destacó el presidente de la Delegación Argentina, Luis Benedetto. Subrayando que “Concordia posee una tradición enorme y rica en materia cultural, que se expresa en distintos espacios”.

Cabe destacar que la Asociación de Amigo de la Peatonal de Concordia – con Jorge Jubilla como uno de sus referentes – por muchos años insistió en la importancia de recuperar esta obra, tanto por su significado histórico como así también por lo simbólico.

Sobre el proceso de restauración, el artista Leandro Salvini – quien tuvo a cargo del proceso – comentó que este año, “que es el más complicado de todos, hay algo positivo para agregar como es la restauración del Mural Grinda de la Galería de Entre Ríos”.

Para la restauración se trabajó en altura, dada la ubicación del mural, en primera instancia se calcaron todos los segmentos a poner en valor, incluyendo 52 piezas originales que habían venido rotas desde su envío, hace ya casi 60 años atrás.

“Se fotografiaron los colores, son colores que no se encuentran en el mercado, ningún fabricante los hace, hace más de 50 años que se hicieron, entonces es muy difícil conseguir los mismos”, destacó Salvini. Agregando que “hubo que modificar los colores de los esmaltes que hoy se tienen para aproximarlos, lo más que se pueda a lo que es la obra en sí misma”.

Una vez logrados los colores, se calcó sobre los cerámicos refractarios y se cargaron los esmaltes de manera manual, con pincel o perita; tras lo cual, realizado el dibujo se horneó a más de 1000 grados, donde se funden.

Luego, “se regresó al lugar, donde se amoló lo que estaba, que en los sectores faltantes ya no era cerámico, sino cemento pintado, y se procedió a pegar con cemento inteligente para que perdure, adecuando las piezas para que calcen perfectamente”, apuntó el especialista.

Para Salvini, se trata de “un mural muy importante porque habla del progreso, de la agroindustria, de la parte portuaria de Concordia, de la represa de Salto Grande, es un emblema de la ciudad”.

El proceso abarcó el recambio y rescate de algunas de las piezas, limpieza de la obra, como así también la instalación de luz ornamental para resaltar el mural en su totalidad.

El mural

El mural simboliza la confraternidad Argentina Uruguaya en su centro, sobre ella dos figuras hermanadas en el trabajo, y en la parte inferior los escudos argentino y uruguayo.

“Don Franciso Grimau, un empresario catalán dinámico y visionario, decidió invertir en nuestra ciudad en el año 1956, construyendo la primer galería comercial y torres de los primeros edificios con departamentos horizontales”, recordó Jorge Jubilla, comerciante de la ciudad.

“En 1961 le encarga al artista plástico santafecino, Carlos Grinda, un mural, según un bosquejo de la represa de Salto Grande. Recordemos que en ese año, la represa de Salto Grande, era solo un proyecto, que se concretó muchos años después”, señaló.

Concordia está representada con la riqueza de la zona en forma esquemática y el escudo de Entre Ríos, mientras que Salto con el escudo Departamental y su producción.

“Francisco Grimau donó esta obra para Concordia a través de la galería más hermosa que tiene la ciudad, y expresó su confianza en el futuro con esta representación artística. Lamentablemente Francisco Grimau falleció antes de verla culminada”, finalizó el empresario.

Diario Rio Uruguay